El pasado 5 de junio se publicó la Directiva 2018/822 por la que se modifica la Directiva 2011/16/UE, relativa al intercambio de información orientado a la lucha contra los mecanismos de planificación fiscal abusiva, en consonancia con la acción 12 del proyecto de OCDE sobre la Erosión de la Base Imponible y Traslado de Beneficios (BEPS), la cual se refiere a la necesidad de instalar mecanismos que obliguen a los contribuyentes a declarar sus transacciones o estructuras abusivas o agresivas.
Dada la complejidad adquirida en los últimos años por los mecanismos de planificación fiscal agresiva, la Directiva no define qué considera como tal, sino que identifica una serie de características y elementos que presentan indicios de elusión o fraude fiscales, a las que denomina “señas distintivas” contenidas en el Anexo IV de la Directiva.